6 sept 2010

Aguardiente en Septiembre




Ha llegado el momento en que todo se detiene
y madura. A lo lejos, están quietas las plantas:
se ha oscurecido. Ocultan frutos
que caerían con una sacudida. Las nubes dispersas
tienen pulpas maduras. Lejos, en los paseos,
las casas maduran bajo la tibieza del cielo.

A esta hora no se ven más que mujeres. Las mujeres no
   fuman
y no beben, sólo saben estarse al sol
y recibirlo, sobre sí, tibio, como si fuesen fruta.
El aire, bronco a causa de la niebla, se bebe a sorbos,
como aguardiente; todas las cosas le exhalan un sabor.
También el agua del río se ha bebido las orillas
y las macera en el fondo, bajo el cielo. Las calles
son como mujeres, maduran firmes.



[Fragmento]





Cesare Pavese, de Trabajar Cansa (Laborare stanca) 1931-1940. 

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